domingo, 29 de julio de 2012

Cada vez menos para el arranque de la B Nacional




 En la cuenta regresiva para insertarse en una nueva temporada de la B Nacional, su undécima contando la primera intervención en la `89/`90 --y con más de 350 partidos encima--, Olimpo ajusta la mira en un blanco para nada sencillo: el ascenso.
     El aurinegro ganó tres de los últimos cuatro campeonatos que disputó en la máxima competición de ascenso en la Argentina, la misma que le hizo sudar la gota gorda a River y que ya lo adopta como a uno de los grandes de la categoría.
     Tras aquel descenso en el `90, Olimpo retornó a su liga de origen, para recién en agosto del `96, luego de aquel recordado 2 a 0 a Villa Mitre en cancha de Liniers, regresar a la segunda división afista.
     Su recorrido se distribuyó en seis temporadas consecutivas para conocer la divisional y el armado de un equipo para evitar el comprometido descenso. Hasta que pegó aquel grito inolvidable de ascenso a la elite, de la mano de Gustavo Alfaro, la misma tarde en que Racing volvía a campeonar en el fútbol grande tras 35 años de abstinencia. Fue el 27 de diciembre de 2001, con el ex presidente Fernando De la Rúa ya "huido" en helicóptero de la Rosada y el país en llamas.
     De allí en más, Olimpo entraría en el sube y baja, hasta que su mala campaña de la temporada pasada lo depositó de nuevo en la B Nacional.


Hoy, la premisa pasa por pegar la vuelta rápidamente. Esa es la idea de la dirigencia y del cuerpo técnico que lidera Walter Perazzo, ayudante de Leonardo Madelón para aquel ascenso de 2006. El mismo técnico jefe del Sub-20 argentino eliminado para estos Juegos Olímpicos de Londres, que fue plata en los Panamericanos y con sólo una temporada de experiencia en la B Nacional. Hace 9 años, dirigiendo a El Porvenir.

     Arribó casi una veintena de incorporaciones, número que supera la cantidad de contrataciones de todas las temporadas del club en el ascenso, aunque, eso sí, en su mayoría se trata de jugadores desconocidos, con poco vuelo en los torneos de AFA. De allí que surja un interrogante: ¿No se posterga así el crecimiento de algunos jóvenes del club?
     Quizás aquí surja una contradicción a lo manifestado tiempo atrás por el técnico y la propia dirigencia. Eso de sostener la base del equipo descendido, con algunos retoques de relevancia.
     Del plantel anterior, apenas continúan ligados al club cuatro jugadores: Musto, Villanueva, David Vega y Parnisari.
     Sumar los 70 puntos de Instituto en la última temporada, los 64 de San Martín de San Juan en la 2010/11, los 63 de Rafaela en la 2009/10 o los 62 de La Crema y Belgrano en la 2008/09, es el parámetro a considerar para subirse al podio y regresar a Primera.
     La apuesta es fuerte, de riesgo.
     Dirigencia, cuerpo técnico y jugadores, en la intimidad, derrochan optimismo. Confianza.
     Con la ilusión que otorga la juventud y el "hambre" de un plantel que deberá mostrar en la cancha si está a la altura de semejante desafío.

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